miércoles, 18 de enero de 2012

8 MINUTOS EN UNA REALIDAD ALTERNA

El director cinematográfico, Duncan Jones, llevo a cabo nuevamente un filme de ciencia ficción donde juega con la expectativa del público. Esta vez, lo hizo en una película de 93 minutos, protagonizada por Jake Gyllenhaal que hace el papel del capitán Colter Stevens un piloto de helicóptero que fue seleccionado para una operación militar secreta.
Durante la misión, el actor principal, aparece con la identidad de otro sujeto llamado Sean Fentress que se encontraba en un tren cuando ocurrió un ataque terrorista. El cometido de Colter en esta labor es descubrir al responsable de la explosión para prevenir un próximo atentado de dimensiones mayores que planeaba el mismo hombre pero en el centro de Chicago.
La aparición en la unidad ferroviaria sólo dura 8 minutos, que es el tiempo con el que cuenta Gyllenhaal para cumplir con su tarea, ya que al terminar ese período regresa a una cápsula de alta tecnología donde Goodwin (Vera Fermiga), una oficial de comunicaciones demanda que el capitán aporte todos los datos obtenidos mientras vivió la realidad alterna a la que fue enviado y así evitar la muerte de miles de personas.
La producción cinematográfica estuvo a cargo de un equipo brillante donde figuran el guionista especializado en películas de ciencia-ficción Ben Ripley y el productor Mark Gordon que en su filmografía incluye éxitos taquilleros como El Día Después De Mañana y Salvando Al Soldado Ryan por mencionar algunas.
8 minutos antes de morir lleva al público de una forma poco tradicional a una dimensión virtual donde los viajes al futuro y al pasado son posibles gracias a un proyecto desarrollado por la inteligencia norteamericana para la prevención de ataques terroristas.
En este filme, el Dr. Walter Rutledge (Jeffrey Wright) es el comandante de la misión designada a Colter Stevens, pero su personaje tiene la particularidad de encontrarse en la frontera que distingue a la figura salvadora del hombre vil y sin consideración.
Para la ejecución de esta cinta fue necesario construir un vagón de tren que luciera actual y permaneciera en los estudios de manera que fuese posible la continuidad del paisaje que se aprecia. Esto permitió que las tomas pudieran realizarse desde todos los ángulos posibles ya que el escenario podía desarmarse para colocar las cámaras en los lugares donde se necesitara.
Los efectos especiales lucieron impecables debido al trabajo realizado por supervisor de esta área, Louie Morin, y el director de fotografía Don Burgess quienes se encargaron de recrear excelentes escenarios en la pantalla verde que fue donde se recreo la mayoría de los paisajes que se veían fuera del tren.
Duncan Jones, agrega el aspecto romántico que permite abarcar distintos públicos mediante la integración de tres géneros fascinantes que son el romance, el suspenso y la ciencia ficción.
El ganador de la mejor película británica independiente en 2009, acaparó el segundo lugar de las taquillas con una producción que mantiene conectado al público a la pantalla y que además exige que los espectadores conozcan la trama de principio a fin.

Judith M. Barrera

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