O por lo menos eso intentó plasmar Linda Francis Lee en una obra que da gusto leer por todo el contenido sensorial implícito en la misma, donde describe a una mujer que prácticamente paso de ser mojigata a fiera salvaje.
Esta historia es parte de una saga de tres libros donde habla de tres mujeres diferentes con personalidades totalmente opuestas pero unidas por algunos puntos en común como hombres o el trabajo.
La autora utilizó de manera oportuna la connotación sexual del nombre de su obra sin llegar a hacer de ésta una novela erótica y gráfica, por lo que es posible leer por algunos pacatos que aún ven la vida en pareja como un tema tabú.
También habla de alguna forma acerca de los hechos puntuales que debemos evitar para tener desaciertos en las relaciones amorosas que pudieran ser exitosas. Así mismo la aparición de un tercero como miedo recurrente de las mujeres es precisado en el texto de manera jocosa y capaz de distraer a cualquier lector.
Lee añadió en su historia la importancia de no mezclar las relaciones de pareja con la actividad laboral pues suele generar daños en el funcionamiento de las personas en ambas situaciones puesto que confunde el trabajo con el amor ya que se desarrollan en el mismo ambiente.
Por último en sus siguientes obras, peligrosamente sexy y simplemente sexy habla de cómo puede perjudicar la sensualidad de una mujer a otros y otras así como describe la simpleza que se vuelve totalmente sexual para muchos hombres.
Judith M. Barrera
No hay comentarios:
Publicar un comentario