lunes, 17 de octubre de 2011

La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo

EL INDIVIDUALISMO ANÁRQUICO

 

El autor recurre nuevamente a ciertas anécdotas en donde la picardía es la característica más notoria del protagonista para solucionar ciertas situaciones que se han suscitado en su vida, logrando sobreponer la astucia ante la ley, lo que resulta razonable para muchos de nosotros por el nivel de dificultad en los procesos legales del país. Inconvenientes de gran magnitud que incluso han sido estudiados por organismos extranjeros colocándonos en la posición número 172 de 178 países, en cuanto a trabas para el papeleo relacionado con trámites financieros, haciéndonos dueños de una personalidad que repudia el cumplimiento de lo establecido y se siente a gusto con lo ilegal. Todo esto nos lleva utilizar las artimañas posibles para sortear obstáculos incluyendo a las famosas "palancas" para alcanzar la meta propuesta, ya que de seguir las leyes no congruentes del país, terminaríamos envueltos en complicaciones desmedidas.

Axel Capriles, retorna nuevamente a su intención principal que es la descripción del pícaro en Venezuela, y acota que aún cuando nuestra sociedad valora lo ilegal esto no necesariamente se refiere a lo delictivo. Pues nuestra viveza criolla tiene mayor relación con el humor y la gracia que nos caracterizan. Retoma su argumento inicial, en donde asume al pícaro como un hombre que hiere nuestra colectividad con la mentalidad autócrata que le es propia, posición que refuerza con la realidad mas imponente de nuestra sociedad, y es que el hombre ha creado las normas y leyes para defenderse de sí mismo, pues en cada uno de nosotros existe cierto instinto destructivo, haciendo capaz al más débil de destruir al más fuerte, y lo ejemplifica con la historia del tío tigre y el tío conejo en donde el conejo a pesar de encontrarse en desventaja en lo que a fisonomía se refiere, utiliza su imaginación para salir de apuros.

Nos sentencia a los venezolanos como individuos impulsados por el libertinaje, la insumisión y el individualismo, más que por la Independencia misma. Adhiere a la actitud del venezolano el interés propio, en el cual no se incluye al capital social que tan necesario es el proceso de desarrollo de una nación. Lo que se debe a que para la creación de un capital social fuerte y estable, se requiere de fiabilidad y honestamente muchos de nosotros carecemos de tal cualidad.

Culmina reafirmando como las condiciones del pasado permanecen vigentes gracias a la repetición vista en las formas de gobierno y deseos de aquellos que han gobernado al país e inclusive por el folclor mismo. Muestra de ello son según el responsable de esta obra, la efectividad de los discursos políticos en donde el héroe es la figura predominante.


Judith M. Barrera

@judithmbarrera

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